Vivir en Uruguay

Vivir en Uruguay

Condiciones seguras para sus habitantes

Uruguay es un país de 3,5 millones de habitantes, de buena convivencia, lugares agradables y gente amable que recibe al extranjero como si fuese un connacional.

De territorio ondulado, sin grandes accidentes geográficos y clima benigno todo el año, el país está ubicado entre Argentina y Brasil, dos pueblos hermanos que integran la idiosincrasia nacional a través de su cultura, costumbres culinarias, musical e idioma.

 

Si bien la lengua oficial del país es el castellano, la población tiene un buen manejo de inglés, portugués, francés e italiano.

 

La población tiene un alto promedio de vida, buenos niveles educativos y la cobertura sanitaria abarca a la totalidad de sus habitantes. Destaca en América Latina por ser una sociedad igualitaria, de alto ingreso per cápita, y bajos niveles de pobreza.

 

En términos relativos, su clase media es la más grande de América, y representa más del 60% de su población.

 

Uruguay está entre los primeros lugares de la región en el Índice de Desarrollo Humano, y otros indicadores como el Índice de Oportunidad Humana e Índice de Libertad Económica.

 

La estabilidad de las instituciones y los bajos niveles de corrupción, se reflejan en un alto grado de confianza en el Gobierno. El país tiene libertad económica, mercado cambiario libre, y políticas públicas abiertas para los extranjeros que lleguen a invertir en el país.

 

El que llega a Uruguay con inversión, goza de los mismos beneficios que los nacionales y cuenta con una amplia batería de preferencias fiscales que lo hacen un mercado muy apetecible para emigrantes e inversores de otras nacionalidades.

A su capital, Montevideo, convergen todas las rutas importantes del país, con distancias amigables a todos el territorio nacional, tanto como con los países limítrofes, y con excelente conectividad por cualquiera de las vías que hoy brindan las redes, las rutas y la infraestructura aeroportuaria y portuaria.

 

En el sur son ofertas de fuerte atracción la ciudad de Montevideo, capital del país, pero también impactan otras de porte internacional como Punta del Este y balnearios con peculiaridades historias como Piriápolis, más apacibles para las familias como Atlántida o sitios de ensueño natural como el rosario de balnearios atlánticos del Departamento de Rocha, al extremo oriental del país.

 

Es de ineludible referencia la atrapante Colonia del Sacramento, con su “Ciudad Vieja” de tradición portuguesa, considerada Patrimonio Cultural por la Unesco.

 

Sobre el litoral con Argentina hay ciudades de referencia como Paysandú, de profundo heroísmo y tradiciones, y Salto, de probada pujanza y elegancia, y sobre la frontera seca con Brasil ciudades con atractivos mineros como Artigas y andar cosmopolita como la ciudad internacional de Rivera donde se unen dos culturas.

 

En el centro del país hay ciudades de interés por su tradición y su productividad como Tacuarembó, con raigambre de Patria Vieja, la progresista Durazno y el nodo histórico-religioso de Florida, o sitios con sabor propio como Melo, pleno de historias de la mixtura fronteriza.

 

Todo el país está bien comunicado por buenas rutas y en todo el territorio hay ofertas y oportunidades de radicación, porque como decía el gran español que fue Ortega y Gasset, “cada pueblo es un sistema de secretos”.

Educación y salud

La población del país está alfabetizada en su totalidad, gracias a un densa red educativa pública y privada, que hace obligatoria la enseñanza secundaria a nivel técnico y educativo, mientras que en el nivel terciario existe un emporio educativo brindado por la Universidad estatal, que incluye suma a los organismos públicos de formación técnica y profesional superior, a un amplio abanico de Universidades privadas de las profesiones más diversas.

La educación es gratuita y obligatoria.

La salud en el país es un derecho universal que incluye a la totalidad de la población, con excelentes centros de referencia públicos y privados en todo el país, lo que explica el alto promedio de vida de sus habitantes.